El psicoanálisis es para los mendigos
de las clasificaciones, para los fumadores de cigarrillos
y moradores de ciudades. Bailar
con analizados es un placer urbano
inigualable. Sacále los anteojos a esa chica
y corréle el flequillo demasiado largo.
El psicoanálisis es para idólatras
para gente que insiste en la identidad
ante todo, en los placeres
disolutos y urgentes de sus géneros:
dales una oportunidad de dejar a
a sus amantes en libertad.
Piojos fieles que van de una cabeza
a la otra, y aquellos que tratan de
reducirlos borran también
la picazón que aguarda expectante
hacia el mundo exterior. No es para cualquiera.
Los intercambios de energía entre
paciente y analista
catapultan
a los soñadores medios de sus camas sucias.
Hacélos tus confidentes habituales
y aquellos que están en terapia
te amenazarán con puro
afecto, te observarán en el borde
del muelle con Stella Artois tibia
y pasando por alto tu cara, clavarán la vista
en la vida,
la vida comunitaria, la vida
itinerante y saliente en la que
cada criatura viva repite
sus aflicciones como mareas. Llevála
a la noche, tarde, a tomar un café.
Decíle simplemente que entendés.
Stuart Krimko de The sweetness of Herbert. Sand Paper Press.
Me encanta este poema.
este poema es muy genial.
ResponderEliminargracias!
es muy bueno!
ResponderEliminarme copó!
me gustó mucho Ceci. estña bueno cuando se habla de psicanálisis y psicoanalizados de otra manera y con otra mirada. muy bueno!
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