está por venir marina a hablar de la presentación de su libro a mi casa y estoy nerviosa.
porqué no sé qué le parecerá lo que pensé para decir
porque no sé si entendí su libro que es tan raro
y también estoy nerviosa porque pienso en los sentimientos
que son algo tan extraño,
algo tan concreto y tan abstracto a la vez
y cuando estás cerca de alguien también estás lejos
por ahi a los demás no les pasa, por ahí los demás están
seguros de lo que sienten, y están a salvo de la ambigüedad
y están solamente cerca de alguien y no lejos, solamente cerca de alguien o de algo
como el amor total completo
quizás esa sea la felicidad
pero no sé
hay una parte del libro que dice: No hay campo dado, no hay punto de partida. Renuncio a un modelo explicativo, no móvil, inacabado. Resistencia fricciones. Azul, negro, azul, negro.
Yo también renuncio a un modelo explicativo. Pero no quiero renunciar a pensar. Cuando leo el libro de Marina me parece que los objetos están cerca y lejos. Se puede pensar sin apropiarse de los objetos pero sin renunciar a ellos.
El dinamismo es constante, sigue el texto. No hay un suelo sobre el que apoyarse. Vértigo de la comunicación, suspenso, una ensalada.
Sobre el azul turquesa de una pared de tu rito, un local en la calle Santa Fé donde hacemos fiestas y lecturas a las que Marina siempre va alguien escribió, creo que fue Fernanda, con marcador rojo:
Amame sin convicción.
Se puede pensar sin convicción
se puede escribir sin convicción
Se puede amar sin convicción.
martes, 21 de junio de 2011
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3 comentarios:
qué lindo ceci
más vale
si no estamos en el horno
"amame sin convicción", qué lindo, siempre paso por acá en silencio. me dieron ganas de saludarte.
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