lunes, 31 de marzo de 2008

to be entangled

"This book is about entanglements. To be entangled is not simply to be intertwined with another, as in the joining of separate entities, but to lack an independent, self-contained existence." Quiero que Santiago Llach, que está por partir a Londres, me traiga el libro donde aparecen estas palabras. Necesito un poco de esta clase de filosofía para curar mi corazón. buen viaje, Santi.

viernes, 28 de marzo de 2008

él me pide que le pida disculpas a su amiga por un poema que escribí en 2002 y que hace referencia a ella (a quien no conozco personalmente) con ironía y maldad.No sé qué hacer. El poema hace más bien referencia a su rol en el mundo de la cultura antes que a ella, igual es ofensivo. No tengo idea sobre quién tiene razón. Yo le digo que el arte es autónomo de la realidad y que la ficción sólo se inspira en las personas reales para construir conceptos abstractos libres de cualquier intento referencial. Esto es lo que pienso básicamente por formación y también, tal vez, por religión, porque creer así en la ficción, la ficción como una fuerza liberadora que nos permite no ser o no estar o no poseer es una forma de fe. En fin, la cuestión es que igual, aunque jamás voy a pedirle perdón a su amiga, siento que tal vez en algo él tenga razón. Y como dice la del blog "Busco novio", ¿ustedes que piensan? ¿alguna vez incluyeron a alguien de la realidad en un poema?
yo sos vos,

vos soy yo.

sábado, 22 de marzo de 2008

Otoño

En internet encuentro rastros de personas que te aman, no sé quiénes son, sus palabras e imágenes me llegan tenues, distorsionadas, incompletas. Signos que te nombran. Recojo estas pequeñas señales desde un cybercafé y las guardo en mi corazón. Algo haré con ellas, ahora o después.

viernes, 21 de marzo de 2008

No voy a ser de esos que se cansan del blog, lo prometo. Este blog estará en el espacio virtual para siempre flotando allí hasta la eternidad, hasta que la tierra desaparezca., hasta que los comunistas se apoderen de internet ¿Se han preguntado qué pasará alguna vez con el espacio virtual? ¿Alguna vez se llenará? Tal vez los comunistas nos hagan borrar las cosas superfluas, puede ser. Chau flickr, chau fotolog, chay soulseek. Me muero, que siga el capitalismo.

jueves, 20 de marzo de 2008

Uso el blog como terapia, y le digo: querido blog, el verano que viene va a ser un verano increíble.

martes, 18 de marzo de 2008

"fotolog, drogas y música electrónica. Chau." : www.fotolog.com/mendozs

domingo, 16 de marzo de 2008

Hoy a la tarde

Desarmemos una casa
desplazarse
y desarmar
otra casa
escribir
poemas
con
versos
de
una
sola
palabra
te
muestro
libros
te
muestro
la
dispo
sición
de los
versos
en
la página
te
copás
conversar
sobre
la
relatividad
mirar
el atardecer
dormir
en
el balcón

sábado, 15 de marzo de 2008



Me gustan Miranda July, Fer Laguna y Gaby Vex. Durante la semana que pasó me mudé de casa y vi sus respectivos película, muestra y show. Las tres comparten una visión del mundo optimista basada en el movimiento y el amor.Ya no me interesa que las obras de arte sean críticas de la sociedad sino que me transmitan alegría y me enseñen a vivir a través de la forma.

Belleza y Felicidad.

hace poco me encontré siendo cínica por primera vez. Lo hice para cerrar una herida y creo que resultó, me siento mucho mejor. Es una sensación de justicia: esa persona no se merecía otra cosa. Además, ahora que lo pienso, ahora que conozco el cinismo "desde dentro" y analizo algunas de sus frases, él fue siempre cínico sin que yo lo notara realmente.
Ahora podemos pasar al plano del olvido.

viernes, 7 de marzo de 2008

Quiero irme con los comunistas, quiero tener una banda de electro rock, quiero conocer París!


Austria

Un salón de baile bañado en luz límpida, que impide reconocer el momento del día. Contra las paredes, taburetes y canapés, bajo los cuadros de pasadas emperatrices, invisibles bajo el fuerte brillo del que sólo se destacan las ajaduras del óleo. En algún lugar hay un piano ; se escucha un vals ejecutado con torpeza. Bertha, la invitada, entra por una puerta lateral, cargada de cosas y con una mano en su cabello. Intenta anudarse el pelo con un lápiz. Necesita la otra mano. Deja las cosas en uno de los taburetes, con cuidado. Cuando lleva ambas manos a la cabeza, su camisola se levanta.
Sus labios son rojos y su piel blanca, muy blanca y pulida. Cuando tira del cabello la frente se estira y asume el color azul verde de muchos vasos sanguíneos. Recoge sus cosas y se acerca al piano, ubicado en una de las esquinas del salón, bajo el retrato de un general que venció a los turcos. "¡Basta con ese vals, siempre igual!". Sus vocales largas distraen a Eva, la joven heredera, que levanta frenéticamente las manos del teclado. Pestañea varias veces, como resultado de un exceso de concentración interrumpido, no contesta. "No soporto esa música", dice Bertha, "me gustaría tener una banda de electro rock, pero en este país no se puede, porque es muy conservador. Si ni siquiera encuentro sandalias que me gusten".

Eva revisa la partitura. Aun debe contar para llegar a un cierto la, aunque recuerda haber pensado que un re podía orientarla, y se castiga por el desliz clavando las uñas de su mano izquierda en la madera del taburete.
"No puedo soportar que todo sea tan oficial, tan soirée", dice Bertha, siempre con sus cosas.
"¿No crees", pregunta Eva, volviéndose, "que le hemos enseñado a Europa lo que es la cortesía, que hemos vencido a Paris?".
"No últimamente".
"¿...Que nuestras maneras, nuestro teatro, nuestro Strauss, no tienen nada que envidiarle a nadie?"
Bertha resbala por la tersa madera del suelo, y cae de rodillas golpeándose una pierna con el taburete en el que está rígidamente sentada Eva. Su olor a nada, a pulcritud, la embriaga.
"Deberíamos a ir a otra ciudad, donde verdaderamente pasen cosas... a una ciudad de América", dice.
Eva vuelve a su vals, pero tan desconcentrada, que el compás se quiebra en seguida, y la uña larga de su índice permanece palpitante sobre una tecla pulsada.
Bertha desliza suavemente su cabeza sobre el lado de su amiga, luego la espalda, presionando con su nariz, buscando las costillas envueltas en un músculo liviano.
"Solamente quiero cantar", se lamenta, "y aquí es imposible... sin ser gorda". Echa su cabeza atrás y se suelta el pelo, dejando el lapiz en el teclado, sobre el do central. "Quiero que alguien me saque de esta mierda y no volver a pensar más en Hofmannsthal ni en nada", dice, abrazando a su amiga.
"No tienes por qué pensar en ese tipo de cosas".
"Pero lo hago, porque me aburren tanta limpieza y tanta nobleza, en este cambio de siglo..."
Eva gira sobre sí misma, cruzando su pierna izquierda sobre el taburete, sobre la que cae la mano de Bertha.
"Eva... quiero irme con los Comunistas".
Eva sonríe.
"Entonces deberás irte lejos, y no volver a verme".
"¡Eva, ellos no son malos! ¡Tú no los conoces bien, ese es el problema!
Los labios finos de Eva se contraen, en una mueca sombría. Bertha hunde su mano derecha en el pálido cabello de su amiga, sintiendo su nuca, su cráneo.
"Eva... ven conmigo".
"¿Crees que mis padres lo permitirían?"
"Tus padres no permitirían nada más que valses, y dejarte pintar para colgar por ahí, dejarte llenar la ropa de espirales por ese decadente hacedor de encargos burgueses".

"A mí me gustan las espirales, los adornos. Soy joven, quiero que mi retrato sea una Nuda Veritas.
"¿Con tus caderas salientes y tu piel enrojecida por el contraste y los glacis demasiado fuertes de ese talabartero pintor secesionista?"
"Tú no sabes nada de pintura. No me hables más".
Bertha sacude a su amiga violentamente. Ambas caen al suelo, encimadas, sus labios se tocan, los de Eva, indeciblemente frágiles, y los de Bertha voraces, saturados de su cabello espeso. Sus brazos, como multiplicados, recorren la silueta mortecina de Eva, a quien el pudor paraliza impidiéndole cualquier reacción. Bertha, pronto hastiada de ese cuerpo helado, rígido y fácil, la quita, se arrodilla sobre el suelo y abre su camisola, exponiendo parcialmente sus senos bajo el largo cabello en desorden.
"¡Si pudiera encontrar un brazalete serpentino en oro con incrustaciones de esmeraldas, y viajar a Paris y conocer artistas!".
"Pero eso debe haber pasado de moda en Paris", dice Eva, otra vez repuesta y serena, retirándose a la pared, apoyándose en ella, tras el taburete, buscando la mirada, en el retrato de su antepasado, un general vencedor de los turcos.
(Claudio Iglesias)

martes, 4 de marzo de 2008

El amor es solamente acción

lunes, 3 de marzo de 2008

No hay nada más político que la forma

Ron Silliman
FOR L=A=N=G=U=A=G=E



La palabra es una oración antes de ser una palabra--Yo escribo oraciones--Cuando las palabras están, pronto sigue el significado--Donde se juntan las palabras, la escritura es--La escritura de uno es la escritura de uno--No todas las letras son equivalentes--Dos frases producen un ángulo--Los ojos descansan en el medio de la palabra, a la izquierda o al cenro--La Referencia es un límite--Todos los días--La performance busca el vaudeville--Composición como investigación--El collage es una falsa democracia--Diferentes formas de deletrear--La línea es definida por su cerrazón: la función es nostálgica--Nada que no sea necesario--A mano--los individuos no existen--Intenta no resbalarte--La estructura es metáfora, el contenido permiso, la sintaxis fuerza--No te imites a vos mismo--El lenguaje es algo que aprendimos--Consistencia estética=voz--¿Cómo termina una obra?

un poema de pablo perez con el que muchos se sentirán tal vez identificados:
LUIS
Él venía por Paseo Colón
con una chihuahita
medio ciega y obesa.
Daba unos pasos
y la esperaba.
Vamos Antonia,
le decía
y la perrita apuraba su andar
con sus cuatro patitas.
Nos cruzamos bajo la autopista.
Me enterneció
ese chico de baja estatura
paseando a esa perrita en miniatura.
Vamos Antonia, le decía
y la perrita apuraba su andar
con sus cuatro patitas.
Me detuve en un semáforo
como si fuera a cruzar la avenida;
él esperaba a Antonia
y me miraba.
Se acercó con decisión,
¿cómo te llamás? me preguntó
y hablamos durante un rato,
Antonia se había acercado
y olfateaba mi zapato.
Luis me contó
que era profesor de gimnasia
y yo le conté
que era profesor de francés.
Intercambiamos teléfonos
y lo vi irse. Tenía puestos
una remera negra y un pantalón bahiano
de los colores del arco iris.
De camino a mi casa
repetía su número
para no olvidarlo.
Ciento cuarenta,
cuarenta y dos,
dieciocho.
Nuestra primera cita
fue en el bar Británico
yo tomé una cerveza
y él un café
igual la pasé bárbaro hablando con vos.
Sí, a mí también me gusta esa parte.
Bueno, la próxima lo concretamos. Chau
Chau. Un beso.
Mis esperanzas volvieron a encenderse.
Además recordé su relato
sobre cómo había adoptado a Antonia:
Me habían ofrecido una chihuahua de seis años
y fui a bucarla a un criadero.
Estaba en una jaulita.
Estaba medio ciega y casi no podía caminar,
la habían usado para la reproducción
durante los últimos años, siempre enjaulada.
No era para nada,
la perra que yo imaginaba,
pero pensé que ella también necesitaba amor.
Necesitaba, tal vez,
más amor que cualquier otro perrito,
entonces me la quedé.
Con ese hermoso relato
me sentí emocionado.
Luis me pareció un chico
de buen corazón.
Además me emocioné
porque me llamo Antonio
de segundo nombre.
Me imaginé cómo Luis me adoptaba,
y me daba todo el amor
que yo necesitaba.
Y así me sentí enamorado
de ese chico tan virtuoso,
tan distinto de mí.
Intenté comportarme como un príncipe
y lo llamé el 14 de febrero,
Día de San Valentín.
Hola, respondió
Hola, soy Pablo
¡Hola!, ¡hola!...
dijo y cortó.
Volví a llamar y oí:
El miniphone solicitado
se encuentra apagado o fuera...
Supuse que estaría con su familia,
y me sentí un desubicado
pero volví a llamarlo
dos días después
Halbamos de cine, de música,
de la vida al aire libre,
hasta que lo invité a mi casa,
vivo acá cerca ¿querés venir?
Era casi la media noche
y la casa estaba alborotada,
mi tía iba y venía,
el teléfono sonaba.
Mientras Luis me lamía el ombligo
sonó el portero eléctrico
y me distraje.
Pero no me animé,
a pedirle
que lo hiciera otra vez.
Volvimos a encontrarnos en el bar Británico,
esa noche, la luna llena
nos iluminaba.
Yo creo en el Príncipe Azul,
me dijo y yo miraba las estrellas
y recordé la visión que una vez tuve
de un hombre azul emergiendo del mar.
El seguía hablando,
no me importa tanto lo físico,
me fijo en las pequeñeces
por ejemplo, si alguien me deja pasar antes
cuando entramos juntos en algún lugar.
Pero tampoco te voy a negar
que lo físico me atrae,
o una buena cena, o un viaje.
No me atreví a invitarlo a casa
porque a mí también me gusta
que me dejen pasar antes.
Además pensé que él
estaba muy distante,
que yo no le gustaba.
Y de pronto dijo,
Es tarde.
Tengo que irme a dormir.
Ya había dado todo por terminado,
pero undía no pude evitar llamarlo
desde un teléfono público después de un paseo.
¿Qué te pasó el miércoles?, me preguntó
No sé, ¿qué pasó el miércoles?
¿Por qué no me invitaste a tu casa?
Ah, disculpame, no pensaba
que ibas a tener que irte tan temprano,
fue un malentendido,
Es que hay algo que no te dije:
Estoy en pareja, me dijo.
El estaba conmigo cuando llamaste.
¿Te acordás que te decía
que no iba a bailar desde hacía
siete años?
Bueno, es porque hace
siete años
que estoy en pareja.
(del libro "amantes" ediciones Belleza y Felicidad, 1999)

domingo, 2 de marzo de 2008

sábado, 1 de marzo de 2008

Hoy tuve una visita muy linda. Gracias. A la noche, como chocolates y traduzco a un poeta japonés. Me encanta vivir en Buenos Aires, sólo quería decir esto.


Verano melancólico

Ya me he cansado de un verano con colores tan profundos.
En los olivares las masas de helechos han alcanzado su máxima extensión
y supongo que debajo de ellos
caminan cosas como escarabajos, sapos y toda clase de insectos azules y verdes.
Este verdor como un mar
debe haber matado por completo la expresión de mis ojos.
Tórtolas
lloran somnolientas
en las profundidades del bosque.
Los sauces le devuelven las hojas a la blancura,
ni siquiera un carro podría ser visto si pasara traqueteando
por el valle.
El cielo se ha aclarado por completo y
sin un solo recuerdo que alegre mi corazón,
se irá rápido este verano
y, oh, ¿cuándo llegará el momento de
que ocurra algo sorprendente en mi universo?
Hasta entonces
incluso si es por años y años
seguiré teniendo un sueño imposible de contar.
Las muchachas que eran amigas de días pasados
todas conocen el amor o son las pálidas esposas de otros.
Así, a los dieciocho, a los diecinueve
me hicieron una figura solitaria que desapareció
en en las profundidades de los bosques de pinos que arrojan sus agujas.
Sigo con Rinck, el verano, el fin del verano (Santiago, saquemos este libro....)


sigiloso


el verano se retira sigiloso, con inimaginable lentitud
a la manera de la masa indolente
a la lluvia le deja barcelona, a la lluvia le deja trinidad
y se retira sigiloso con inimaginable lentitud
a la manera de la masa indolente.
el cielo ha permanecido igual a sí mismo
y la palidez es su programa – el calor
aunque ha elevado su peso
ha permanecido igual a sí mismo
y con la misma lentitud que el verano se retira sigiloso
algo ingresa en mí, tal vez un presentimiento,
quizás uno malo. puede ser.

que algo terrible suceda, por ejemplo
que algo imperceptible suceda, una parábola
cuando un golpe dé en la masa indolente
algo imposible de sentir
y deje los cuerpos en la calle, y deje a los otros atrás
y el follaje caiga en la calle y a los días les falte el filo
aquello que ha sido se vuelva legado,
lo que fue se vuelva lentamente más verdadero
a la manera de la masa pesada.
como sucede también con los pasados
la vida ha permanecido igual a sí misma
las rutinas se hacen más templadas
pero la supervivencia se vuelve programa – las cosas
y los umbrales están marcados – los bordes
han permanecido iguales a sí mismos, aunque su referencia se ha soltado
y las fases se aplanan, se vuelven rectas
y mucho más rápida que la idea, se enciende
y tan imperceptible como la parábola, se acerca con sigilo
en secreto la última posibilidad, lo que falta por venir
la renuncia a los deseos, la renuncia a la certeza del fin
sólo atemoriza por su moderación
puede ser. es.