viernes, 29 de enero de 2010


Este martes voy a leer todos mis poemas que tienen algo que ver con la música

jueves, 28 de enero de 2010

lunes, 25 de enero de 2010

Tengo muchísimo trabajo pero todas las noches tomamos algo y fumamos un cigarrillo y charlamos de cualquier cosa sentados en el jardín.
La rutina tiene su encanto
en estos días hemos hablado de:
las estrellas, los illuminati, la masonería, la razón de ser del tamaño de los parlantes, lo que las galerías de londres, buenos aires y santiago pagan los textos de los catálogos y muchísimas cosas más.
En la conversación está el infinito
Como voy todos los días o casi todos al macDonalds de Rivadavia y Uriburu a jugar al pelotero que hay allí con mi hijo, voy a poner este poema que encontré en internet de un español llamado Manuel Vilas. No es que me encante este poeta, leí otro de él sobre que le mira "las bragas" a una camarera y me pareció horrible, sospecho que en general es un poeta quejoso, not my cup of tea, pero este me gustó no sé, quizás porque voy mucho a mac donalds y mac donalds se ha vuelto el lugar donde saco mi libretita y escribo


MacDonald’s



Estoy en el MacDonald’s de la Plaza de España de Zaragoza,
haciendo la cola gigantesca,
con los ojos clavados en los carteles de los precios,
el dinero justo en la mano derecha,
billetes arrugados.

Estoy ahora en el piso subterráneo, arriba fue imposible.
Estoy sentado al lado de un niño negro que tiene en su mano
una patata amarilla untada de ketchup muy rojo:
Santísima bandera del otro mundo, el niño negro que
resplandece,
mi hermano ciego.
El niño está solo, no bebe,
no le llega para la Cocacola, sólo patatas.
Sólo patatas, sólo patatas, esa desgracia,
esa soledad idéntica a la mía,
¿no lo entiendes?, sólo le llega para las patatas,
Y está sentado, quieto,
En su trono, la negritud y el niño,
En el trono, allá, allá, en ese trono radiante.

MacDonald’s siempre está lleno.
Es el mejor restaurante de Zaragoza,
Una alegría despedazada nos despedaza el corazón:
Por res euros te llenan de cajas, de vasos de plástico, de bolsas,
de pajitas, de bandejas.
Es el mejor restaurante del mundo.
Es un restaurante comunista.
Rumanos, negros, chilenos, polacos, cubanos, yo mismo.,
aquí estamos, abajo, al lado de un muñeco,
al lado de un cartel que dice “I’m lovin’ it”.
Tengo una bota encima de un charco
de un helado de nata deshecho. Miro l nata comerse el tacón de
mi bota.
Una nata blanca, despedazada.
Arde el sol sin tiempo, bulle la mano sucia.

A mi lado, una niña de veinte años le dice a un tío de diecisiete
que no le importaría hacérselo con él. Con él, con él, un eco negro.
Y ríen hamburguesa goteante,
Cada boca en un extremo, y se marchan y
se muerden.
Y tragan patatas fritas. Y se besan. Y se tocan.
Y se despedazan.
En Londres, en París, en Buenos Aires,
en Moscú, en Tokio,
en Ciudad del Cabo, en Tucson, en Praga,
en Pekín, en Gijón,
somos millones, la tarde harapienta,
el dolor en el cerebro, la comida,
millones en miles de subterráneos esparcidos
por la gran tierra de los hombres.

Estoy en paz aquí con todo: barata la carne, barata la vida,
baratas las patatas.
Me siento Lenin. Soy Lenin, el marica inusitado,
el gran hereje, el loco supremo,
el hijo de la última mano miserable que tocó
el monstruoso corazón del cielo.
Si Lenin volviera, MacDonald’s sería el sitio,
el palacio sin luna,
el gueto de las reuniones clandestinas.

Algo importante está sucediendo
en este subterráneo del MacDonald’s
de la Plaza de España de Zaragoza,
pero no sé qué es.
No lo sé.
De un momento a otro, vamos a arañar la felicidad:
el niño negro, los novios, el muñeco, la nata del suelo, mis botas.
Botas nuevas, de piel brillante, con la punta afilada en señal de
muerte.
En MacDonald’s, allí, allí estamos.
Carne abundante por tres euros.


Manuel Vila

domingo, 24 de enero de 2010

mi novio me arregló la computadora y ahora puedo escuchar música
creo que siempre voy a tener un blog

sábado, 23 de enero de 2010

el calor está acabando con nosotros
y a mí, sobre todo, me está matando el hecho de que no me ande flash
no puedo escuchar la radio eins de berlín ni la radio nova de paris
las dos radios que me permitían viajar imaginariamente al viejo mundo
ni mirar videos de bandas de los noventa en youtube
casi no puedo escuchar nada de música sin este programa
que misteriosamente mi novio no me puede arreglar o reinstalar
vivir sin música debe ser lo más parecido al infierno
pero mucho más infernal debe ser escuchar música mala

viernes, 22 de enero de 2010


texturas
texturas
velocidad

jueves, 21 de enero de 2010

No creo en la poesía política, la poesía debe ser el retorno a la especie, es decir a nuestro lado animal en el que desaparece el ego y actuamos y nos proyectamos como especie. La política es precisamente lo que nos divide en clases y grupos, es lo contrario a nuestra animalidad.
La animalidad podría salvarnos, la política no

viernes, 15 de enero de 2010

tengo un patio con tierra y plantas y es como no vivir del todo acá.
A la vez empecé a leer un libro japonés del siglo XVIII y todas las metáforas son con plantas.
su fidelidad sería perenne como el verde pino
... una vida como la de la campanilla que muere antes del atardecer
etc.
leo ese libro japonés con el aire acondicionado del shopping spinetto mientras mi hijo juega en el pelotero
y suelo pensar en plantas
por ejemplo, las hortensias.

lunes, 11 de enero de 2010

En diciembre, en un coloquio sobre medioambiente escuché a un sociólogo alemán decir: pensemos en la diferencia entre un buque petrolero y un barco a vela.
Yo no sólo pensé, sino que me subí a un bote a remo en el tigre el otor día y fue emocionante y plácido,
pero cuando venía una lancha con motor era horrible, se hacían olas enormes y yo entraba en pánico.
El petróleo acecha en todas partes, en la calle no se puede andar en bicicleta, en la calle, no se puede remar.
En uno de esos botes, cuando pasa una lancha super veloz, sentís como debe haber sido la llegada de la revolución industrial para esos artesanos que hilaban con una rueca en Renania, por ejemplo. Todas las huelgas que hubo y eso porque las máquinas hacían todo más rápido y dejabana cientos sin trabajo.
Como sea, me gustaría tener una casa en el Tigre.

jueves, 7 de enero de 2010

¡Qué hermosos son los meses de vacaciones!

lunes, 4 de enero de 2010

cosas que vi

en la calle pichincha y belgrano:

una fotocopiadora de los años ochenta, enorme, amarillenta, cerrada y con un potus encima.

en moreno y matheu,

dos cubiertas peugeot abandonadas sobre un colchón de ramas de eucaliptus que la muncipalidad o alguien acababa de podar, todo entre medio de bolsas de basura abierta

así es buenos aires... para mí

ustedes ven cosas como estas todo el tiempo también?

viernes, 1 de enero de 2010

pensamientos sueltos

tenemos un gatito
y
qué bueno que estaba el arte hecho con muñecas barbie