Todos los días llevamos a Félix al Jardín y después tomamos un café en el barcito de un señor español que queda enfrente.
(Escritura color otoño).
Lo bueno de ser joven es que no querés o no te importa hacer cosas, tener logros, alcanzar metas. Lo malo de la adultez es la urgencia por producir, producir, producir...el tiempo se acaba y hay que producir. Es muy triste esa sensación. Prefiero la indecisión de los veinte años. Espero sentirla para siempre.
martes, 17 de marzo de 2009
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3 comentarios:
yo estoy en plena indecisión y contradicción e incertidumbre, a veces me desespero un poco (tengo 23) je
ay... no sé...
también cuando uno está a tierra en algo es más fácil que pase el tiempo y decir, ah,... ya aprendí algo que quiero o no quiero.... la indecisión es eso, indecisión....
totalmente. yo también la prefiero.
puedo oler el cafe de ese bar.
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