lunes, 12 de mayo de 2008

Poetas influenciados por internet. Hoy: Carlos Gradin

"Cae la tarde y" (spam)


"sé que en Iowa ahora deben estar llorando los niños en la tierra donde se deja a los niños llorar" Jack Kerouac

Cae la tarde y vos no estás,

cae la tarde y dan ganas

de llamarte.

Se termina el día.

Cae la tarde y es hora

de abandonar la playa.

Caen gotas, y la luz

es más tenue.

Los turistas se cansan

y los habitantes comienzan

a abrigarse más.

Cae la tarde y las sombras

de la noche

se apoderan de la ciudad.

Cae la tarde y una fina

lluvia apaga las hogueras

de la noche; a su paso

el vapor escupe hollín

y abate

su penacho largo y negro. (Th. Gaultier)

Antes de sumergirnos

en la marea incesante de Benarés,

cuando cae la tarde y miles

de criaturas se acercan

a mojarse al río y

a expresar su devoción por

seguir latiendo,

hicimos un pacto:

nada de flash-backs,

cada quien tenía

su pasado,

superestresante.

Cae la tarde y con ella la esperanza.

Cae la tarde y aparecen los aviones de la RAF,

cae la tarde y llega la noche

en la Costa del Sol.

La ciudad se dibuja tranquila

y solitaria sobre el cielo

azul, con edificios de balconadas

graciosas, pintadas de amarillo.

Cae la tarde y Gilberto Gil

guitarrea en la terraza de su departamento,

en uno de los edificios

de la colorida Vila do Farol.

Cae la tarde y el mundo sigue,

algunos árboles se tuercen,

aún no sabemos dónde

vamos a dormir.

Cae la tarde, y Anahí debe marcharse.

La caravana avanza. Se desata la tempestad.

Tu hija te ruega para que la lleves al desfile de la rambla.

En el altiplano una vaca da de mamar a su ternero,

junto al lago Titicaca.

La arista de roca, un pañal tendido,

y, encima de todo, el aliento de la anchura,

el vaho de sal y de miel

del verano levantino

cuando cae la tarde.

Y entonces Sigüenza

percibe el grito interior

sobrecogido: “¡Campo mío!” (Gabriel Miró)

Cae la tarde, y la verdad

es que hipnotiza.

Cae la tarde y el sol impiadoso de febrero.

Cae la tarde y el viento arrecia,

y esperás paciente.

Cae la tarde, y Christopher tiene

mucho ánimo para desvelarse

esta noche.

Desde las escaleras de una escuela

de medios audiovisuales

en la Pcia. de Buenos Aires,

se vislumbra la silueta de un hombre

de estatura mediana.

A la hora en punto de la cita,

Viggo Cormanti -las manos le tiemblan,

el cabello rubio destella

humedecido por la lluvia, (...)

- está al fin ante mí. (*** ??)

La tierra compacta de la Sierra de Juárez,

al pie de la Rumorosa, entre Mexicali

y Tijuana, se ilumina por el tono

rojizo de un sol que parece

llorar sobre el imponente y mágico

desierto de la Laguna Salada.

Cae la tarde, y en la trágica esquina

de avenida Rivadavia y Cabral,

es arrollada por un camión

Isabel Elisa Martínez de Ibarreta.

En ese inmenso silencio de los templos

tibetanos,

el buda reencarnado va

durmiéndose.

Cae la tarde y el mundo sigue,

y la luna se asoma.

Hoy probamos otro misil de largo alcance.

En la Plaza Italia comienzan

a juntarse los que celebran

la muerte de Pinochet.

Cae la tarde y Boca pierde 2 a 1.

Cae la tarde, y en el cielo de Madrid.

Cae la tarde, y cae la noche,

me llama el Carlos

pa un güen derroche.

Peppermint abre el armario

de espejo de su cuarto.

Me hacen señas

de que el séquito

comienza a impacientarse.

Cae la tarde y no estás,

y el mundo sigue.

Todos se dedican a tomar mate

en las lejanías,

los obreros se han quedado

hasta casi las siete, y ahora

atardece. Después pongo algo en el tocadiscos.

En el Quadrado,

la plaza central de Trancoso,

se reúnen los jóvenes del lugar

para disputar su partida

diaria de fútbol.

La centuria romana

que acompañaba a la cofradía

se va abriendo paso. El trono

sale a la calle

y era la historia de una Semana Santa.

Son recuerdos.

Cae la tarde y pienso en Cortázar,

en la lucidez abismal de Pizarnik,

en todos ellos

(y en todos nosotros).

Cuando cae la tarde

y llega el momento

de recoger el ganado,

acaba el canto de Sileno.

Cae la tarde y también cae el siglo. (??)

Sí, la fuente del Bicentenario.

Esa agua que te empapa lento,

sentado en una banca,

mientras cae la tarde,

y anochece.

Cae la tarde y los antimineros

posan para la foto. Eligieron

la ruta 23

como escenario.

Cae la tarde y yo duermo.

Cae la tarde y el teatro se despierta.

En el patio de Morgan

cae la tarde y alcanza

a verse el cielo enrojecido

a través de las ramas del toronjal.

Juan Cobos Wilkins recuerda

camino del hotel Los Godos,

donde pernoctó Paquirri antes

de su cogida mortal.

Una luz tostada tiñe

de ocre-rojizo ese inmenso y árido

territorio cedido por Argelia,

[(...) 250.000 personas

en jaimas y pequeñas

construcciones de adobe.]

Cae la tarde y los lirios mueren

y anochece sobre el Mar Menor.

A la salida del cementerio me despido

de mis compañeros de tour.

Platico con el Capitán Meda

sobre los viajes pasados y futuros

del Orión a la Antártida;

me señala una familia de delfines

Turciops trucantus que juegan en la proa.

Y sin ningún efecto de interrupción

se lee un pasaje que describe la belleza

de esta hora del día, con sus escenas

caseras y típicas, y la evocación

de los ruidos del lugar y de la hora

en que regresan a casa

los lugareños (Martha E. Allen).

Cae la tarde y sigue sin haber rastro

de tierra. Los chicos tienen hambre, lloran...

Cae la tarde y con ella un disparo,

cae la tarde y el calor pone a sudar a Caracas.

Cae la tarde y Quasimodo no da signos de vida,

y cae la tarde y atracamos frente a Qasr Ibrim,

el único monumento que permanece

en su sitio original. Estaba en lo alto

de un acantilado, dominando el Nilo; hoy,

las aguas lamen sus cimientos.

Cae la tarde y se iluminan uno a uno

los puestos de comida callejera,

los corros de los cuenta cuentos,

encantadores de serpientes, tragafuegos

y demás. El sonido del bullicio

y la música de la plaza te llega

entremezclado con los olores de los puestos

callejeros de especias y comidas.

Cae la tarde y la ciudad se dibuja

tranquila y solitaria sobre el cielo

azul, con edificios de balconadas

graciosas pintadas de amarillo.

Las últimas luces del día cubren

con su manto gris cobalto

el horizonte marino. Cae

la tarde y volvemos a casa

caminando,lentamente. Y el tiempo refresca,

nos vamos a los merenderos

a comer y beber con la familia o

con los amigos, sin restricciones.

Y los álamos modifican

las estrellas. Llena un grito

todo en torno

a este observatorio.

Estamos de nuevo en Puerto Natales.

Indudablemente, Salto del río Serrano.

Cae la tarde y los pescadores

salen a dejar sus redes

que recogerán al día siguiente. (Oneidaw)

Y Angelique está muy deprimida,

no ha parado de llorar

y eso pone mal a Dulce...

La terraza de este café comienza

a llenarse cuando cae la tarde

y es punto de encuentro

de muchas caras conocidas.

Dos tequilas en un garito,

este veneno que no mata.

Cae la tarde y los monos de Sumatra

se mecen impasibles ante la boca

estática de un caimán.

Ya cae la tarde y descansamos en Fuente Bermeja,

al sur del Navalperal,

suena una banda holandesa de nombre escandinavo –Igdrassil- en el CD-player.

Los turistas se cansan

del asedio de los vendedores

de puros y ron,

luego cae la tarde y van

como corderitos a contar

sus provisiones.

Cae la tarde y se cierra el santuario,

Cae la tarde y los feganuhés se disponen a cenar.

Cae la tarde y el paisaje se abre

y el calor cedió unos grados.

Cae la tarde y el tren se acerca a Malang.

--

Poema realizado con los resultados de una búsqueda en Google mediante la frase

“cae la tarde y”

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