lunes, 11 de enero de 2010

En diciembre, en un coloquio sobre medioambiente escuché a un sociólogo alemán decir: pensemos en la diferencia entre un buque petrolero y un barco a vela.
Yo no sólo pensé, sino que me subí a un bote a remo en el tigre el otor día y fue emocionante y plácido,
pero cuando venía una lancha con motor era horrible, se hacían olas enormes y yo entraba en pánico.
El petróleo acecha en todas partes, en la calle no se puede andar en bicicleta, en la calle, no se puede remar.
En uno de esos botes, cuando pasa una lancha super veloz, sentís como debe haber sido la llegada de la revolución industrial para esos artesanos que hilaban con una rueca en Renania, por ejemplo. Todas las huelgas que hubo y eso porque las máquinas hacían todo más rápido y dejabana cientos sin trabajo.
Como sea, me gustaría tener una casa en el Tigre.

6 comentarios:

ana dijo...

Cecilia:me gustan tus poesías,voy a entrar a tu blog bastante seguido.

Pablo dijo...

y a quién no, pero también sacaríuia de circulación a los locos que van como ídem en los yetesquí

Anónimo dijo...

que linda foto txt todo.

ana dijo...

a mi también me gustaria tener una casa en el Tigre.
Me parece muy linda la foto.

santa dijo...

cecilia: ya salió tu libro nuevo?
no sé si es que no me di cuenta o estuve demasiado atento...
no me lo cruzé en ninguna librería.
saludos.

Cecilia Pavón dijo...

ya corregí las pruebas de imprenta. pronto sale, estoy muy contenta! te aviso si se hace la presentación