lunes, 25 de enero de 2010

Tengo muchísimo trabajo pero todas las noches tomamos algo y fumamos un cigarrillo y charlamos de cualquier cosa sentados en el jardín.
La rutina tiene su encanto
en estos días hemos hablado de:
las estrellas, los illuminati, la masonería, la razón de ser del tamaño de los parlantes, lo que las galerías de londres, buenos aires y santiago pagan los textos de los catálogos y muchísimas cosas más.
En la conversación está el infinito

4 comentarios:

Jules dijo...

ay ceci, tus últimos posteos me gustaron tanto. intenté firmar antes pero no conseguía decir algo más o menos elocuente o que valiera la pena, no sé, temía que el "me gustó mucho" desmereciera un poco la cosa. aunque claro que siempre dejar al otro sin poder siquiera elegir las palabras es una buena señal.

eliana dijo...

me encantó esa última línea. mucho mucho.

Anónimo dijo...

La filosofía nocturna es la mejor.

Saludos

fernandes dijo...

Y también te das cuenta si hay onda.