El psicoanálisis es para los mendigos
de las clasificaciones, para los fumadores de cigarrillos
y moradores de ciudades. Bailar
con analizados es un placer urbano
inigualable. Sacále los anteojos a esa chica
y corréle el flequillo demasiado largo.
El psicoanálisis es para idólatras
para gente que insiste en la identidad
ante todo, en los placeres
disolutos y urgentes de sus géneros:
dales una oportunidad de dejar a
a sus amantes en libertad.
Piojos fieles que van de una cabeza
a la otra, y aquellos que tratan de
reducirlos borran también
la picazón que aguarda expectante
hacia el mundo exterior. No es para cualquiera.
Los intercambios de energía entre
paciente y analista
catapultan
a los soñadores medios de sus camas sucias.
Hacélos tus confidentes habituales
y aquellos que están en terapia
te amenazarán con puro
afecto, te observarán en el borde
del muelle con Stella Artois tibia
y pasando por alto tu cara, clavarán la vista
en la vida,
la vida comunitaria, la vida
itinerante y saliente en la que
cada criatura viva repite
sus aflicciones como mareas. Llevála
a la noche, tarde, a tomar un café.
Decíle simplemente que entendés.
Stuart Krimko de The sweetness of Herbert. Sand Paper Press.
Me encanta este poema.
3 comentarios:
este poema es muy genial.
gracias!
es muy bueno!
me copó!
me gustó mucho Ceci. estña bueno cuando se habla de psicanálisis y psicoanalizados de otra manera y con otra mirada. muy bueno!
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