Las muecas más horribles
Eran pisadas como barro
Y disparar a alguien en el vientre
Era como apagarle el calefón
O embocar una piña en su umbral facial
O romper un recibo en dos
Destruir el mundo en mil pedazos
Era como dar un portazo
Culminar reposada en una silla
Exhausta de ira
Sonarse los dedos en señal de triunfo
Es como explotarse sobre el cielo en paracaídas
Que siempre resulta muy fácil
Y nunca tiene consecuencias.
miércoles, 9 de junio de 2010
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